Sabías que todo se iba a arreglar pero aun así, al hacerlo te sientes llena, viva..
Sus lágrimas te saben a verdad, arrepentiemiento...
Te saben a triunfo, amistad.
Y todo te sonríe, pasas una buena noche, una buena fiesta y un buen sueño. Sueñas pues, que todo es como ahora, sueñas con la conversación y sonríes porque ahora es cierta y que todo, absolutamente todo, se puede arreglar o al menos, puede acabar mejor que peor.
Ahora, ha acabado mejor que bien. Mejor que mejor.
Nami!
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