miércoles, 19 de octubre de 2011

Hacia abajo

Me estoy haciendo a la idea de que no lo voy a conseguir, por lo menos, no por ahora. Llevo siete berrinches y aún no me creo que no vaya a ir. Sigo preguntándome hora tras hora, minuto a minuto, a cada instante el porqué. No logro entenderlo. No quiero entenderlo. 
Cuando había conseguido callar a mi nostalgia, burlar a la distancia, reírme del paso del tiempo... Me hundo. Más y más, por ambos lados y no veo fondo. 
Mis pensamientos se pierden donde no "he perdido nada". Mi meta ha cambiado, se ha anticipado: Volver.


Nami!

martes, 18 de octubre de 2011

Cuesta.

Estoy haciendo un rompe-cabezas muy grande. Enorme. Y lo estoy consiguiendo, poco a poco van encajando, aún así, mis días de desesperación y frustración vienen y van. Hoy, permanece aquí, conmigo y no se quiere ir. No consigo encajar un trozo de mi rompe-cabezas pese a que los dibujos están perfectamente señalados pero, no encaja. ¿Por qué no encaja? Falta una pieza, me faltas tú, estás al otro lado de la mesa y no me puedo levantar. Me tienen atada de manos y pies. Iré haciendo otro trozo hasta que me desate, no te muevas, espérame. No voy a dejar que lo que ya tengo montado se me desmorone.



Nami!

miércoles, 5 de octubre de 2011

Obviamente, no puedo volver del todo sin escribirte a ti: pequeña y desconsolada distancia, gran y agónica hija de puta.
Sigo sintiendo como pasan los meses, los días, las horas, los minutos, segundos y hasta milésimas. Sigue pasando el tiempo y yo sigo sin verte, sin tenerte, ni rozarte.
Lo que más me duele es que he dejado de soñar. No me malinterpretéis, tengo muy claro que iré y además lo antes posible pero, no sé, ya no me acuesto y sueño con verla, con tenerla, ni con rozarla. Tengo asumido que hay muchos kilómetros que nos separan y eso no va a cambiar. No va a quebrarse la tierra y volverse a unir por Jaén y Badajoz, tragándose a todo lo que hay en medio. Si pudiese pasar, tampoco procede.
Y es que la tengo siempre presente, no pasa un día, ni siquiera una hora que no la nombre o no me acuerde de ella. No pasa un instante que la olvide, ni un segundo que no la desée aquí, conmigo.
Ayer, hablaba de que la dependencia no es buena. Hoy, digo que a veces es inevitable.
Hoy, digo que me hundo si no estás a mi lado, luego, diré que no es para tanto y, en algún momento del mañana, te abrazaré y diré: que sí, que si que lo era.
Distancia, vete. Lárgate.
Déjame vivir con ella a diario, déjame sentirla cada mañana.
Déjame que mi apoyo se haga físico y que no me caiga cada vez que sueño con estrujarla.
Déjame. Déjanos.

Nami!

domingo, 2 de octubre de 2011

Compaginar alma y mente.

El miedo a desaparecido por completo. Se ha dejado avasallar por una tranquilidad plena por todos los costados. En realidad, estaba rodeado, no podía escapar y sin hacer ruido, se fue convirtiendo al otro bando recibiendo el nombre de prudencia, seguridad y valentía para hablar.
Me sorprendo hablando a mi misma, tranquilizando y alentando a otra persona para apaciguar su miedo. El que debería tener yo.
Me sorprendo con una confianza que creía inexistente y una seguridad que creía olvidada con el paso de los años.
Me gusta. Me encanta mi nueva forma de vivir, mi vida.
Me gustas. Me encantas tú y pocas cosas harán que consigas despegarme pues, he luchado para conseguirte y parte de mi felicidad ha corrido por tu cuenta.


Nami!