lunes, 19 de diciembre de 2011

Peu à peu.

Y, sólo el agua, velas y música pueden calmar mi espíritu que no sabe muy bien como sentirse.
Debate, el pobre, entre lo bueno futuro que es malo para el presente y lo bueno presente que quizá, sea malo para el futuro. Las dudas no le hacen ni pizca de gracia, sumadas al agotamiento físico de un lunes un tanto especial y el agotamiento psíquico del último lunes del trimestre hace, que se derrumbe y sólo una buena ducha pueda calmarlo un poco.
Como ya nos conocemos, acreciento ese punto a favor con unas llamas. Fuego. Ese fenómeno controlado que calienta hasta el recoveco más profundo de mi alma.
Por supuesto, la esencia de todo es mi vida, es por lo que estoy agotada y por lo que sigo viva, por lo que me estreso, por lo que sigo adelante... Esa brisa alentadora que me dice que todo tiene su ethos y es ella quien se encarga de proporcionarlo.
He de reconocer que no necesito mucho para ser feliz, pero cuando no lo tengo, solo estas tres cosas, perfectamente combinadas me hacen ver las cosas de otra manera, de otro color, desde otro punto de vista.

Nami!

Conciertos

Dar de ti hasta el último suspiro, la última bocanada de aire, la última nota... Un examen donde se disfruta y el jurado es el público, la nota los aplausos y tú misma.
Es una entrega total al público en cuerpo, alma y mente. Es demostrarles a ellos, a los que te escuchan, a los que te sienten de qué estáis hechos tú y tu música, tú y tu vida, tú.
Te fusionas por unos minutos con lo único y en el instante que te pertenece, que sale de tus adentros y se proyecta aquí y más allá. Cada nota o silencio es importante, es necesaria.
Y, entonces, cuando sientes que vas a caer, te apoyas en la tónica, sucediéndola los segundos de suspensión hasta que la relajación de tu cuerpo da por concluida la obra.
Los segundos siguientes permaneces ausente, con una sonrisa de oreja a oreja, habiendo sentido quizá las mejores sensaciones mientras hacías que la música fluyera por tu cuerpo. En seguida, te entregas al público y agradeces que te escuchen, aplaudan, entiendan... Que te sientan.
Quizá, después de ti vayan varios artistas más que harán que el público se centre en diversas melodías y la tuya deje de ser el primer plano. Tú, por supuesto, disfrutas del resto y observas al intérprete que ahora, está sintiendo lo que tú sentías un rato antes pero diferente.
En ti, en tus venas, sigue fluyendo la subida de adrenalina que te da cantar ante un número de personas, la melodía que interpretaste y la sensación que ella te deja.
Cada vez que interpretas algo, dónde sea, delante de quién sea o sola, sientes como creces o quizá mengua, dependiendo de la melodía y lo que te produzca pero siempre te saca adelante y da igual dónde te atasques. Te saca.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Periodo de dudas, bienvenido. Te esperaba.



- No puede ser bueno estar tan bien ahora. Es muy raro.
- Lo que te pasa es que estás como ausente. Asimilando.
- Pero es que, no sé, no sé si será la distracción continua o que aún no he empezado a echarle de menos.
- Pueden ser ambas cosas.
- Me da miedo caer después.
- Pasará lo que tenga que pasar. Como siempre. 
- ¿Habrá un punto intermedio entre euforia y angustia? ¿Pasaré todo esto casi sin darme cuenta?



Miro mis entradas recientes y veo que todo ha sido muy brusco. Es lógico que no haya asimilado nada. De estar tan sumamente bien a... No estar. 

Eso es lo que necesito. No estar. Necesito desaparecer. Necesito campo.



Nami!

martes, 29 de noviembre de 2011

No sé si será la dosis de música clásica que calma mi alma y apacigua mis penas, si será la alegría de pasar un día magnifico con amigos que creía inexistentes, si será Sevilla o quizá esa pequeña virtud o, quizá defecto, de no poder dejar de sonreír aunque se me caiga el mundo a mis pies y eso, naturalmente, hace que las cosas tengan menos importancia u olvido su importancia el tiempo suficiente como para cuando lo recuerde ya no me parezca tan traumático.
También puede ser por la cantidad de personas importantes y cercanas, también personas que no lo son tanto, que están ahí, cada segundo, velando porque esa sonrisa que he mencionado antes no se pierda, que no caigan más lágrimas que se pierden en ninguna parte y que siga adelante de la mejor forma posible.
Me gusta. Me gusta porque cada uno tiene su forma de hacerlo. Unos preguntan cada día, sin atosigar pero sin dejar de recordar que están ahí, pendientes. Otros, prefieren velar desde la distancia, sea física o no, haciéndome, o intentando, que crea que no se han enterado esperando el momento crítico por si tienen que actuar. Otros, simplemente, no preguntan, me ven regular y se encargan de que eso cambie, sin importarles el motivo exacto. Hay por supuesto, un largo etcétera y eso me gusta más.



Ahora, ya sea por ellos, por él, por la música, por mi futuro, pasado y sobretodo presente, voy a sonreír. Voy a seguir sonriendo y disfrutando de cada etapa, ya que esta no deja de ser una.

Nami!

Gracias a TODOS. De verdad.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Eterna.

Nunca podr(é/ía) resumir nuestra historia como pareja en palabras puesto que para ello, tendría que escribir prácticamente mi vida entera. Tendría que d-escribir sonrisas in-descriptibles, llantos i-(r)rompibles, deseos in-imaginables, un amor in- igualable...
Sería intentar d-escribir algo in-descriptible que unicamente tú y yo somos los culpables y pro-tagonistas de una historia que solamente nosotros podremos recordar(la/nos) y añorar(la/nos).
Una historia fantástica que hoy acaba así, pudiendo re-empezar una mucho más larga. Eterna.

Nami!

jueves, 17 de noviembre de 2011

Huelga de estudiantes.

Hoy, diecisiete de noviembre, desde el Zurbarán se ha intentado mover masas haciendo una huelga estudiantil. La gente no ha ido a clase y las personas que se interesan por su futuro han ido a enterarse de por qué exactamente esta huelga. A las 10 se ha organizado una charla y un muchacho, ha explicado bastante bien, con sus pegas, de qué se trata.
Me ha sorprendido el número de personas por un lado, eran más de los que pensaba pero a la vez, demasiado poco para el problema del asunto.
También, por otro lado, lo que más me ha sorprendido es el curso de las personas que estaban allí. Así, a simple vista había poquísimas personas de Bachillerato, podrías contarlas con los dedos de las manos y el resto eran todos de la ESO.
¡Olé! Por los chicos de la Educación secundaria que han ido a informarse y lo que no llego a entender, cómo a personas de Bachillerato, sobre todo de segundo, no han ido a luchar por el futuro que a todos les espera el año que viene. Sea para intentar trabajar o seguir estudiando.
Me gustaría hacerme escuchar, entender y apoyar cuando digo que esto es un juego dónde nosotros somos las piezas y ellos ponen las casillas. Podemos vencerles con su propio juego, o ser eficaces rápidos y astutos al salirnos del mismo y pagarle con su propia moneda, hacerles jugar. Están esas opciones, o simplemente dejarse llevar, manejar y no luchar. Ser marionetas a la disposición de una dictadura en cubierta.
Y esto, siento decirles que no es más que el principio.

Yo no pienso perder pero sola no puedo hacerlo.
Así que, yo voy a luchar, ¿quién viene conmigo?

Nami!

martes, 15 de noviembre de 2011

No puedo escribir.

No sé que me pasa. No sé qué me impide plasmar mis pensamientos sobre esto, qué me impide siquiera intentarlo. Me limito a leer entradas antiguas, a re-sentir lo que escribí en un pasado, a re-cordar, a re-ír... Han cambiado muchas cosas, textos que ya no los pienso así, faltas de ortografía que sé que nunca se han escrito así... Y... Si han cambiado tantas cosas, ¿por qué no escribo? Hoy por hoy, podría escribir las cosas más bonitas del mundo, porque estoy sintiendo cosas realmente bonitas, soy realmente feliz... Y no lo hago. No sé qué decir.
Me duele pensar que mi racha de escritora está pasando como la de pintora, o la de teatrera...
Quisiera poder decir muchas cosas, hablar de temas muy variados, re- escribir sobre lo mismo de forma diferente... Pero no.
Supongo, que será una de mis rachas más largas de lo normal en las que la inspiración brilla por su ausencia.
Perdonen las molestias.



Nami!

domingo, 13 de noviembre de 2011

Pasa el tiempo y al mirar atrás ves un abismo.

- Dos años...  No, no puede ser.
- Sí, es. Has cambiado un montón, se nota, puede ser perfectamente. Además, no hay duda, hoy es trece de noviembre.
- Pero, pero... Sí, claro que he cambiado pero, dos años es un mundo, no ha podido ser... Ha pasado casi una vida y se me ha hecho tan corta...
- Sí, y mírate ahora, miraos ahora. Gozáis de vosotros mismos como muchos quisieran. Sois felices. Estáis completamente compenetrados y disfrutáis él uno del otro.
- Lo sé. Cada día me arrepiento menos de ese paso que di y de todos los que doy a diario. Estoy completamente segura de lo que estoy haciendo y aunque quizá lo pase mal y lo haya pasado mal, nunca me voy a arrepentir de todo esto. Cada día que pasa estoy más segura de todo, de mí, de él, de nosotros...
Ahora mismo, puedo sentir su sonrisa y puedo vivir su placer, llorar sus lágrimas y vivir sus preocupaciones. Hago mi vida. Hago nuestra vida.



Nami!

Otro año más.

Otro año más, con todo lo que ello conlleva, como es cumplir años. Ha habido cambios, evoluciones, sonrisas, lágrimas y de todo pero ella, cómo siempre, ha estado presente, apoyando, luchando y soñando. Deseando que todo pase, que la malo pase, que lo bueno se mantenga. Sabe de sobra que no puede manipular qué se detiene y qué sigue su curso por eso, prefiere aplicarse esa letra de canción que dice: "lo malo se va, lo bueno se acaba y sólo nos queda aquello que tú hagas". No la conoce, pero lo demuestra cada día, minuto, segundo... 
Como para todas las abuelas, no hay palabras malas que las definan a parte de su forma de echar en cara que no vas a verla cuando estás allí pero eso, es tan comprensible como que yo no pueda ir a verla.
Hoy la he visto, y he de decir que no podría calcular cuantos años tiene porque yo la veo igual que el año pasado, que el anterior, que el anterior y el anterior, aún así, y aunque ese sea mi trabajo, no notar como pasan los años por su cuerpo, rostro y alma, he de decir que cada día la veo mejor: más fuerte, más viva. Y aunque este texto no sea tan emotivo como el del año pasado, sólo puedo decirle que: ¡ole sus narices, sus años y su vida!
Te quiero, abuela. No puedes hacerte a la idea de cuánto porque yo no tengo tiempo para demostrártelo.


Nami!


jueves, 10 de noviembre de 2011

Hacia arriba.

Pasó mi mala racha. Todo empieza a marchar bien. Muchas sonrisas, buenas notas, agudas, graves, numéricas, musicales... Y lo que de repente se ha convertido en un punto de apoyo muy, muy importante empieza a bajar y a bajar... Se hunde y yo no puedo hacer nada para evitarlo, no tengo la oportunidad, ni la solución.
Su sonrisa es lo que me ha sacado adelante en una simple cena y ahora está borrada. Empezaré poco a dibujarla aunque me hagan falta horas y un buen lápiz.
Es un proceso lento, eso de empezar por el boceto con sus cantidades de borrones y vuelta a empezar pero se acaba consiguiendo y queda perfecto, con su repaso con permanente para que aunque vuelva a haber imperfecciones e intentos de borrar por culpa de la lluvia y el paso del tiempo, se pueda repasarse sin más problema que una cena, una sonrisa y un buen abrazo.



Nami!

domingo, 6 de noviembre de 2011

Es mucho tiempo.

Un descanso para asimilar las nuevas emociones, sólo una semana. Una semana sin hablar(nos), no es tanto. ¿Qué no es tanto? El fin de semana lo he pasado bien pero ya me estoy embajonando. Venga, que sí, por ti, por mi, por nosotros, voy a conseguirlo. Pero es que... Necesito saber de ti. Miro tu perfil una y otra vez buscando no sé el qué. Buscándote. Y de repente, un soplo de tu olor acude a mi mente y me hace estremecer. Llevo quince días sin tenerte y eso sí que es mucho tiempo para lo que yo estoy dispuesta a aguantar. Aprovecha estos cinco días porque voy a devorarte.
No hay mal que por bien no venga.

Nami!

miércoles, 19 de octubre de 2011

Hacia abajo

Me estoy haciendo a la idea de que no lo voy a conseguir, por lo menos, no por ahora. Llevo siete berrinches y aún no me creo que no vaya a ir. Sigo preguntándome hora tras hora, minuto a minuto, a cada instante el porqué. No logro entenderlo. No quiero entenderlo. 
Cuando había conseguido callar a mi nostalgia, burlar a la distancia, reírme del paso del tiempo... Me hundo. Más y más, por ambos lados y no veo fondo. 
Mis pensamientos se pierden donde no "he perdido nada". Mi meta ha cambiado, se ha anticipado: Volver.


Nami!

martes, 18 de octubre de 2011

Cuesta.

Estoy haciendo un rompe-cabezas muy grande. Enorme. Y lo estoy consiguiendo, poco a poco van encajando, aún así, mis días de desesperación y frustración vienen y van. Hoy, permanece aquí, conmigo y no se quiere ir. No consigo encajar un trozo de mi rompe-cabezas pese a que los dibujos están perfectamente señalados pero, no encaja. ¿Por qué no encaja? Falta una pieza, me faltas tú, estás al otro lado de la mesa y no me puedo levantar. Me tienen atada de manos y pies. Iré haciendo otro trozo hasta que me desate, no te muevas, espérame. No voy a dejar que lo que ya tengo montado se me desmorone.



Nami!

miércoles, 5 de octubre de 2011

Obviamente, no puedo volver del todo sin escribirte a ti: pequeña y desconsolada distancia, gran y agónica hija de puta.
Sigo sintiendo como pasan los meses, los días, las horas, los minutos, segundos y hasta milésimas. Sigue pasando el tiempo y yo sigo sin verte, sin tenerte, ni rozarte.
Lo que más me duele es que he dejado de soñar. No me malinterpretéis, tengo muy claro que iré y además lo antes posible pero, no sé, ya no me acuesto y sueño con verla, con tenerla, ni con rozarla. Tengo asumido que hay muchos kilómetros que nos separan y eso no va a cambiar. No va a quebrarse la tierra y volverse a unir por Jaén y Badajoz, tragándose a todo lo que hay en medio. Si pudiese pasar, tampoco procede.
Y es que la tengo siempre presente, no pasa un día, ni siquiera una hora que no la nombre o no me acuerde de ella. No pasa un instante que la olvide, ni un segundo que no la desée aquí, conmigo.
Ayer, hablaba de que la dependencia no es buena. Hoy, digo que a veces es inevitable.
Hoy, digo que me hundo si no estás a mi lado, luego, diré que no es para tanto y, en algún momento del mañana, te abrazaré y diré: que sí, que si que lo era.
Distancia, vete. Lárgate.
Déjame vivir con ella a diario, déjame sentirla cada mañana.
Déjame que mi apoyo se haga físico y que no me caiga cada vez que sueño con estrujarla.
Déjame. Déjanos.

Nami!

domingo, 2 de octubre de 2011

Compaginar alma y mente.

El miedo a desaparecido por completo. Se ha dejado avasallar por una tranquilidad plena por todos los costados. En realidad, estaba rodeado, no podía escapar y sin hacer ruido, se fue convirtiendo al otro bando recibiendo el nombre de prudencia, seguridad y valentía para hablar.
Me sorprendo hablando a mi misma, tranquilizando y alentando a otra persona para apaciguar su miedo. El que debería tener yo.
Me sorprendo con una confianza que creía inexistente y una seguridad que creía olvidada con el paso de los años.
Me gusta. Me encanta mi nueva forma de vivir, mi vida.
Me gustas. Me encantas tú y pocas cosas harán que consigas despegarme pues, he luchado para conseguirte y parte de mi felicidad ha corrido por tu cuenta.


Nami!

viernes, 30 de septiembre de 2011

1

Siento como el tiempo pasa, como cada día tengo más cerca mi sueño, como afronto los problemas de forma diferente con el paso del tiempo... como paso de los problemas.
Me siento, necesito descansar, necesito asimilar cada minuto de mi vida y los cambios de esta. Miro a mi hermana y como crece, como creía que no lo hacía.
Cada día tengo más ganas de estar con mis abuelos, con mi familia. Quiero salir más, puedo salir más. Debo salir menos, tengo que estudiar.
Me roza la brisa fría de por la mañana. Las casas aun roncan, aún no ha salido el sol, las calles no están puestas. Las tiendas aún no han empezado a despertarse y yo, ando calle adelante camino del instituto. Voy más dormida que despierta, con los ojos achinados y mi cuerpo camina automáticamente sin prácticamente saber a donde va. Solo va.
A medida que avanzo la calle, veo a más gente despertándose y saliendo de casa para ir a trabajar. Por lo menos tienen trabajo. Al menos, tienen para comer.

Nami!

jueves, 29 de septiembre de 2011

Estamos de vuelta.

Hace mucho que no escribo aquí, lo reconozco, lo he dejado bastante olvidad y pido disculpas, vuelvo a la carga. Ha pasado mucho tiempo, un verano entero, incluso un poco más y obviamente, tengo mucho que contar, mucho de lo que vomitar, mucho que añorar, que desear y de lo que soñar. Voy a intentar hacer un popurri, no sé que puede salir de aquí así que por favor, no me lo tengáis mucho en cuenta si sale mal. (Si sale bien si).


Como decía lo tenía abandonado, algo me quitaba las ganas de escribir cuando intentaba ponerme al lío, el cuerpo me decía que le diese vacaciones a las palabras. Un descanso al mundo pero eso, es prácticamente imposible. 


Ya me he "asentado" a la rutina laboral, cada día que pasa veo más cerca mi meta, mi sueño, mi vida. Siento la necesidad de aprender más, de estudiar más, de curiosear, saber, vivir.


Soy feliz, las cosas me van muy bien en general y, sin general también. He empezado los estudios con ganas por ambas partes y el cambio de instituto me ha sentado genial.
Al igual que la felicidad, un sentimiento que siempre me ha dado miedo nombrar también crece. Con él la confianza y la dependencia (sí, duele decirlo pero es así) a la persona que está porque existen esos sentimientos o esos sentimientos existen porque está esa persona. Eso hace que mi felicidad aumente y mi felicidad aumenta porque los otros sentimientos aumentan y esos sentimientos aumentan porque la felicidad aumenta... O lo que es lo mismo: y vicebersa.

Cada día necesito más a esa personilla que vive allí, en el lejío y echo más de menos su llanto feliz y silencioso, su sonrisa desmesurada y a carcajadas, su mirada tranquilizante y necesaria... Ya queda menos. Aunque sea una lirona y le cueste el mero hecho de respirar, lo que hace que apenas podamos hablar me consuela saber que mis propósitos empezarán a cumplirse en el primer puente.


Tengo muchos propósitos este curso, muchos a partir de este curso y pienso cumplirlos.
Vivo tranquila dentro de mi mundo de estrés. Las dificultades son mayores y las afronto mejor.


El mundo cada día me da más asco y todo va a acabar muy mal pero nunca se pierde la esperanza de "después de la tormenta siempre viene la calma" sino, ¿qué nos quedaría ya?


He crecido interiormente (de altura espero que no), puedo notar el cambio de los quince a los dieciseis aunque aun me quede muchísimo por delante. Estoy contenta conmigo misma, estoy contenta con mi vida.






Creo sinceramente, que necesitaba volver a la escritura, espero que pueda ofreceros lo mejor de mi alma este curso, lo mejor de mis ojos.

Nami!

lunes, 19 de septiembre de 2011

Sunrise

Sunrise
Sunrise
Looks like morning in your eyes
But the clock's held 9:15 for hours

Sunrise
Sunrise
Couldn't tempt us if it tried
Cuz the afternoon's already come and gone

And I said
Hooo, hooo, hooo
To you

Surprise
Surprise
Couldn't find it in your eyes
But I'm sure it's written all over my face

Surprise
Surprise
Never something I could hide
When I see we made it through another day

Then I say
Hooo, hooo, hooo
To you

And now the night
Will throw its cover down, ooo, on me again
Ooh, and if I'm right
It's the only way to bring me back 





Habrá que aprovechar los días en el que la vida te sonríe y sonreír tú más fuerte, ¿no? 
Ha llegado el momento, a sonreír. Siempre.

jueves, 7 de julio de 2011

Simple pero con fondo.

Puedo sentirte, estás siempre presente. Estás más cerca que gente a la que veo todos los días y solamente tú has conseguido esa conexión conmigo. Es tan grande, que los kilómetros no se notan. No más de lo que me gustaría tener un contacto carnal, un abrazo.
Hay algo que si ha cambiado: la necesidad de escucharte a diario, la añoranza tan grande de no poder verte, los deseos y sueños repetidos de estar a tu lado... Ahora ya no lo necesito, lo quiero; lo añoro, pero a más largo plazo; ya no lo sueño, lo recuerdo; no lo deseo, lo imagino.
Hace un curso y pico que no te veo, y en realidad, el contacto ha sido menor pero el día a día sabiendo tu apoyo constante de fondo, ha hecho que el tiempo se pase rápido y se me hace que la última vez que te vi fue hace un par de meses, aunque en el fondo, desee verte como si llevara sin hacerlo años.




Sonrío al decir que eres muy necesaria en mi vida. 
Me enorgullece decir que lo hemos conseguido pese a la distancia y, que ahora, pocas cosas pueden hacerme cambiar de opinión. 
No se me ocurre ninguna.


Nami!

sábado, 2 de julio de 2011

Crisis de palabras.

Estoy en crisis. Pero no la crisis de la que todo el mundo habla, no. Digo una crisis de verdad. Estoy en crisis de palabras.
Hace demasiado tiempo que no sé qué escribir, que no sé que decir, que no sé qué pensar.
Hace demasiado tiempo que tengo sobre qué escribir, pensar y decir pero no sé porqué será, si será por miedo, falta de ganas o falta de palabras que ni me planteo el hacerlo.
Hace demasiado tiempo que se me pasan cosas que podría escribir, incluso me apetece en el momento pero me planto delante de esto, del blog y o bien se me quitan, o bien se me olvida.

Parece que estoy muy triste, que la cosa que ni escribo, pienso, ni digo es horrible pero no, simplemente, estoy en crisis de pensamientos, palabras. Crisis, sin más.

Nami!

domingo, 12 de junio de 2011

Sus arenas.

Hace tiempo que no escribo. Hace tiempo que no tengo un rato para poder abrir el blog e improvisar. Hace tiempo que no tengo tiempo para nada.
Hoy he decidido tener un momento, aunque sea haciendo mil cosas a la vez, pero yo creo, que ya se me ha olvidado.


Voy andando o intentando andar pero me doy cuenta que algo me hunde entre versos, entre renglones, las arenas movedizas me han atrapado entre sus palabras. Llevo mucho tiempo pasando por este mismo camino, he visto muchos cambios, lo he visto crecer, menguar. Lo he visto en un día soleado, en tormenta, en lluvia... Ha pasado el suficiente tiempo como para poder verlo de miles de formas diferentes pero precisamente por eso, nunca pensé que podía atraparme. Nunca pensé que me fuese hundiendo poco a poco en cada frase, palabra o letra. 
Puedo ver en su paisaje restos de mi, sí, restos de mi. De mi día a día, de mi vida. Lo veo reflejado como unos granitos de arena más y me rio.
Me rio a carcajadas al ver como ha crecido, al ver como ha cambiado, al ver que estoy aquí, escribiendo mientras me sumerjo en sus arenas.
No tengo miedo pues sé que saldré ilesa. 
No tengo frío pese a la humedad, pues sé que su cariño me arropa.
No tengo calor, pues su risa me sopla una brisa agradable que refresca mi día a día estresante.
Tampoco me da pena que haya crecido tanto, que vea cosas mías en él, ni mucho menos, me da pena que sus arenas movedizas me atrapen, pues eso significa que está preparado para seguir el camino solo. Su camino. 

















Nami!

sábado, 4 de junio de 2011

Vida.


Y en el ámbito musical después de tanto trabajo, desesperaciones, horas, clases, sueño, esfuerzos, llantos, quejas, estrés... Tanto agonizar para sacar mi sueño adelante... Se ha creado la sinfonía, una parte más de la grande que seguiré construyendo toda mi vida. Mi vida entera. Siempre.
Después de escribir, restificar, volver a escribir, equivocarme, pasarlo a limpio porque ya no se entiende de tanta goma, mareos, dolores, risas, impotencia, fracasos, nervios. Muchos nervios... He ganado. He ganado. ¿Qué he ganado? Conocimiento. Sí, en realidad no tiene otra palabra. He aprendido a dar un paso más.
"Hazlo como tú sabes hacerlo" " Tanto esfuerzo dará su fruto" "Joder, Sara, siempre estás igual, después de tanto estudiar, ¿te vas a venir abajo en la banqueta a punto de tocar?" "Es muy bueno que se ponga nerviosa, eso significa que le importa, que cree que ha estudiado lo suficiente como para poder perder algo, aunque sea tiempo." "Llevas nueve años, ¿crees que es este el momento de tirarlo todo abajo por nervios?" "-Deséame suerte. -La suerte eres tú, Sarita" "Me desespera tu inseguridad, con lo que estudias y lo bien que lo haces" "Pero Sara! ¿Tas tonta? Te has tirado horas y horas frente al piano, encima y debajo... ¿Cómo vas a hacerlo mal?" ... Y un largo etc de palabras de ánimos y estrés por mí. Pero han servido para algo, ahora, seguir estudiando, terminar del todo este curso en septiembre y empezar uno nuevo con otra sonrisa por poder seguir adelante en lo que hoy sé, que he nacido para hacerlo. Para vivirlo.

Nami!

martes, 17 de mayo de 2011

Pensé y me equivoqué.

Entre clase y clase, te echo de menos.
Entre libro y libro, te echo de menos.
Entre risa y risa, te echo de menos.
Entre examen y examen, te echo de menos.
Entre hora y hora, te echo de menos.
Entre noches y noche, te echo de menos.
Entre día y día, te echo de menos.
...
Y entre mes y mes, estación y estación, puentes y puentes, vacaciones y vacaciones...

Pensé que me había acostumbrado a ella, a la distancia.
Pensé que no volvería a necesitar ese puto abrazo tanto como la primera vez.
Pensé que no volvería a gritarle que viniese aun sabíendo que no existe ese tipo de magía, que yo no creo en los milagros.
Pensé, llegué a pensar, que nada era tan importante allí ya, como para tener que volver a ir, siempre que tu pudieses venir, aunque sea, un poquito más cerca... Pero una vez más, pensé mal.
Pensé que no volvería a dolerme tu ausencia tanto como para escribir sobre ello.
Pensé que estar ocupada no me dejaría pensarlo.

Pensé muchas cosas y creí que eran ciertas hasta que tú me echaste de menos, hasta que dejé de mentirme.
Dejé de ocultarme entre tanto muro de piedra, por muy duras que sean, todo lo sobrepasa.
Dejé de soñar con ello simplemente, por no recordar.
Dejé de repetirme que te necesitaba...
Dejé de hacer muchas cosas para luchar contra ellas, para que el tiempo pasase más rápido y ese día llegase pronto.
Para que no se me haga tan dura la puta distancia que no me deja tranquila.

Pero dos palabras bastó para derruir todo lo construido porque una mentira se cae por su propio peso.

Nami!

martes, 3 de mayo de 2011

Lunes.
Llego tarde a clase. Voy rápido. No puedo más.
Le veo. Su mirada serena y paso tranquilo me calma.
Martes.
Llego normal y pese a que no tengo ningún problema o frustración matutina, vuelvo a verle y otra vez siento lo mismo que el día anterior, que el resto del curso.
Así pasan miércoles, jueves, viernes y otra vez lunes, martes, miércoles, jueves, viernes...
Un día, de repente y habiéndolo visto el día anterior dejé de verle pese a que lo busqué con la mirada.
No era normal que ese señor faltase a su cita diaria con la calle Juan Carlos I.
No lo vi.
Al día siguiente tampoco, ni al otro, ni al otro, ni al otro...
Semanas después volví a verle, en el periódico. Había muerto.
No conocía de nada a ese hombre de mediana edad de mirada serena y paso tranquilo más que de cruzarnos al pasar una mañana tras otra de camino al instituto. Una tras otra, tras otra y tras otra. Pero no pude evitar que se me escapasen unas largrimillas al verle ahora ahí.
No sabía nada de él. Simplemente me había acostumbrado a su presencia.

Nami!

viernes, 29 de abril de 2011

¡Viva!

Partituras,
Células,
Modernismo,
Beethoven,
trigonometría,
Ellos,
Shakespaere,
Bajos cifrados,
La generación del 98,
My sentimental moon,
Vaguear,
Liberalismo,
Bach,
Relieves,
Turina,
Be going to,
Gregoriano,
La evolución,
Yolanda Soler,
Scouts,
Tchaikovsky,
Francés,
Tú,
Floreos,
Bye bye blackbird,
Nuevas partes de la Nana,
Nacionalismo,
Círculo de quintas,
Dormir,
Cerny,
"Guárdate de los idus",
Kant,
Funciones.....

¡VIVA LA VIDA DEL ESTUDIANTE!
¡Viva mi vida!



Nami!

martes, 5 de abril de 2011

Obras sociales.

Obras sociales:
Pasar una tarde con un colectivo como APROSUBA.
¿Eso es una obra social? Obra social, que la gente lo mira como un castigo, un coñazo (hablando mal y pronto). Eso es un lujo.
El poder comer con gente así, no diferentes, porque no lo son y mucho menos "tontitos". Sino personas con una discapacidad mental que hace que aumenten sus muchas otras virtudes o que tengan más. Y mirarles y decir, a ver si el discapacitado soy yo por creerme más listo o a ellos unos "pobrecitos".
Esas horas me han hecho pensar y recapacitar. Mirar a mi alrededor, a la sociedad de la que tanto me quejo y veo que, por desgracia, cada día tengo más razones para quejarme.
Pero hoy no voy a escupir palabras, no.
Hoy voy a decir todo lo que he aprendido y lo bien que me siento al haber quitado no un prejuicio porque no llegaba a tanto sino, esa distancia que te puede causar o respeto, al "enfrentarte" a un colectivo así.
Fue el sábado, en los scout (vaya, otro colectivo con el que hay muchos prejuicios.) y llevábamos planeando esto varias semanas, pensamos que sería mucho más dificil, aburrido e incluso largo. Algo nos echaba para atrás y a la vez nos empujaba a que pasase el tiempo más rápido para ver con quién ibamos a estar desde las 12 hasta las 4 de la tarde.
Y algo nos sacó una sonrisa enorme. Ellos.
Se presentaron y consiguieron sacar lo mejor de nosotros apartir de entonces. No sabría ponerme en su papel pero me parecieron las personas más valientes del universo. Añadiendo también a mi tío David que especialmente esta entrada se la quiero dedicar a él, junto a todo mi cariño y amor.
Quizá no pueda acordarme de todos los nombres pero si de sus caras pero sobretodo de sus sonrisas. Había dos bellas personas con síndrome de Down: Juana y Martín que a todos nos causaron cierta atracción y cariño. Nos encantaron.
Diego, Pedro, Miguel, Pablo, Ani, Sole... No podría identificar qué clase de deficiencia tendrían sólo sé, que al final de la tarde la única deficiente que había en la alcazaba era yo o así me sentía.
A todos les encantaba Camela. No me podía creer que ser tan payasa me hiciese pasármelo tan sumamente bien con ellos, nunca pensé que aprenderme las canciones de Camela por tontería me fuese a servir para algo tan bonito. No sabía que me fuese a servir para nada.
Fue mágico. No puedo describir todo lo que sentí al reírme a carcajadas con ellos, a que me llenasen la cara de besos al despedirse, a sus "eres la niña más bonita y buena que he conocido nunca", "Seremos amigos ¿verdad?".
Y pensar que verlos tan mayores, adultos y nosotros no superamos los 17... Nos echó para atrás.
Fue especial. Único. Genial.

Y quiero agradecerles a ellos, a mi grupo Al-Basharnal que lo han vivido conmigo, a David y a cada persona que esto le ha podido causar aunque sea una pequeña sonrisa que haya gente tan viva, alegre, cariñosa y especial. Pero sobretodo, que yo pueda conocerlos.



Nami!

jueves, 31 de marzo de 2011

¡Qué pena!

¡Qué pena si este camino fuera de muchñisimas leguas
y siempre se repitieran
los mismos pueblos, las mismas ventas,
los mismos rebaños, las mismas recuas!

¡Qué pena si esta vida tuviera
--esta vida nuestra--
mil años de existencia!
¿Quién la haría hasta el fin llevadera?
¿Quién la soportaría toda sin protesta?

¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra
al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?
Los mismos hombres, las mismas guerras, 
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas
¡y los mismos, los mismos poetas!

¡Qué pena,
que sea así todo siempre, siempre de la misma manera!

León Felipe.

Se vende cultura por dos euros. Aunque debería ser gratuita, me da lástima que nadie quiera guardarla.


Nami!

domingo, 27 de marzo de 2011

La chica del 2000

Hace hoy once años que un bicho, una ratilla, una enana y una cabeza pelona, con ojos grises, sonrisa de un gajo de naranja, feliz nació.
Fue un día especial, yo tenía una hermanita, cosa que llevaba pidiéndole a mi madre hasta donde me alcanza la memoria y lo conseguí, un bichillo pequeño al que poder achuchar, con el que poder jugar, al que hacer rabiar pero sobretodo querer.
Y hoy, ya hace once años y parece que fue ayer cuando mi hermano se fijó en el mando redondo antes que en mi hermana, nos comimos las fresas de mi madre y nos pusimos alrededor del moisés para ver a la pequeña novedad, a la pequeña, que será la pequeña siempre.
Desde entonces ha llovido mucho, muchísimo conviviendo con ella a veces con más facilidad y otras con menos pero no ha pasado ni un día que no me saque una sonrisa con sus tonterías, cariños,sus sonrisas... con su vida.


Hace hoy once años que la enana nació, la chica del 2000, la petarda... Eva.
Y no me canso de repetir que es la cosa más bonita que ha aparecido en mi familia, aunque sea una petarda.
Te adoro, Enana.


Nami!

martes, 22 de marzo de 2011

Una lucha constante.

Días raros, bipolares, alterados, extraños... Una pequeña cosa me hace feliz, un montón de problemas me embajonan.. Y vuelve a la carga las sonrisas. Una lucha constante para estar bien.
Que, ¿qué me pasa? Todo y nada.
Dispuesta a que mañana las cosas sean diferentes.



Nami!

lunes, 21 de marzo de 2011

Desaparecer.

Desaparecer. Irme lejos, muy lejos. Donde nada ni nadie pueda molestarme ni a mi, ni a mis pensamientos. Pasar de todo(s), gilipollas/ces. Con ganas de ir(me) a tomar por culo, a un sitio habitado por nadie, en una casa donde no hay nada y con una cabeza vacía, libre.
Es curioso, como un día puede empezar mal, tornarse a regular, cambiar a ser estupendo y joder(se) en el último rato antes de (no)dormir.
No soy supesticiosa, pero es curioso, como cada vez me fío más de lo que me avisa el dolor de la cicatriz.
Un asco a todo.

Nami!

viernes, 18 de marzo de 2011

Volando sin despegar los pies de los estribos.

Tres meses después..
Tu mano agarra fuerte las mias traspasándome seguridad, felicidad y cariño. Mucho cariño.
En el espejo retrovisor, desde mi punto de vista, nuestros brazos derechos unidos al agarrarme a él. Mucho cariño.
Callados y diciendo muchas cosas. Mucho cariño.
Presumir de ti, de tu transporte y de tu cariño.

Me gusta sentir y saber que me entiendes con sólo dos palabras, o ninguna.
De la familia, y más que la familia. Tío, primo, amigo, retío, doctor...
Me gusta aprender de escucharte, entenderme al contarte y sonreír al mirarte.
Me gusta que prometamos cosas que a lo mejor hasta dentro de cuatro o cinco meses no se hacen, pero se hacen.
Podría decir(te) muchas cosas y no sabría explicar(te) nada.



Por cierto, aprendiste a combinar.


Nami!

martes, 8 de marzo de 2011

Recuerda, Gracias y Felicidades

Hace unos días, una personilla muy especial cumplió años. Quince exactamente.
Vi desde fuera como todo el mundo le felicitaba, retocaba fotos para ella, escribía tochacos enormes dándole las gracias por el tiempo x pasado a su lado...
Yo no hice más que decirle un simple "felicidades" porque realmente no creí que fuese el momento, porque mi felicidades va mucho más allá de una foto, un recuerdo o un tochaco. Va más allá que unas simples palabras que es lo que plasmo aquí intentando que cuando lo leas, sea entre lineas.
Quiero que recuerdes, seas felicitada y veas que te agradezco absolutamente todo pero no hoy, o más bien el día cinco por ser tu cumpleaños, no. Te lo agradezco, felicito y recuerdo día a día por te agradezco, felicito y recuerdo todos los días que he pasado contigo, sean malos o buenos y sea a tu lado o a distancia. Llorando o riendo, hablando o cantando...
Nena, necesito recordarte, agradecerte y felicitarte cada segundo, minuto y hora luchando como has luchado por ser como eres y recordarte, felicitarte y agradecerte que me hayas dejado estar a tu lado para ayudarte, enseñarte, aprender, escucharte y ser escuchada, por quererte, ser querida y verte crecer, crecer juntas. Y todas esas cosas que hacen las amigas, aun así, quiero agradecerte, recordarte y felicitarte porque no sólo eres mi amiga, eres mi hermana pequeña, más que eso, no sé, eres Paula, mi Paula, de otra forma no puedo describirte.
Recuerda, Gracias y Felicidades.


martes, 25 de enero de 2011

Today

To hear your smile, 
to smell your look, 
to feel your look, 
to see your aroma...
To drink from your eyes, 
skin fights against you


Him to whisper to my heart that the moment to begin has come.


 Today, I am going to start loving you.
 Today I am going to affirm that I love you.




Nami!
25. Enero. 2011

lunes, 24 de enero de 2011

Dejarme llevar.

Dejarme llevar por las aguas termales, por su saliva, por su amor.
Dejar de luchar yo y mis recuerdos contra mi corazón.
Abrir mis emociones a un presente y futuro.
Cerrarlas a un pasado que no deja de hacerme daño por mucho que intento superarlo.
Dejar de llorar a veces, como si hubiese pasado ayer.
Liberarme de tanta porquería y agarrarme a los buenos momentos de ahora.
Dejarme llevar por el masaje de felicidad y cariño.


Dejarme querer.
Dejarme quererle.





Nami!
24. Enero. 2010