domingo, 22 de noviembre de 2009

Los latidos de un Scout.


Entonces, sentí su corazón latiendo fuertemente en mi pecho. Una sensación de comodidad e inquietud acudía a mí en cada palpitación que notaba.
Sus brazos aferrados a mi
cintura tan fuerte y delicadamente que lo último que harían es dejarme marchar. Yo tampoco hubiera querido que me soltara pero, finalmente fui yo la que deje la mente fría y me separe con un gran dolor en mi pequeño corazón porque fue a él al que una vez quise pero la distancia nos evito unirnos. Pero ahora no, lo tenía ahí. Ahí conmigo. Deseando que nuestras miradas en la oscuridad se topasen y poco a poco acercarnos hasta juntar nuestros labios y dar paso a la pasión ocultada por otras muchas sensaciones para conseguir olvidarnos. Besarnos, besarnos sin fin. Aunque solo fuera por esa noche, la noche en la que al fin conseguiré aquel sueño que se repitió noche tras noche cuando sentía que sin él no podría vivir, que le necesitaba a mi lado aunque fuera a distancia. Simplemente tenerle.

1 comentario: